“Si quieren insultar al bandido local no tengo problema, me permite recuperar el aliento”, dijo poco después de su entrada al escenario, cuando tuvo que parar para respirar, exaltado. Fue cuando el público, de la ultraderecha española, gritaba “Pedro Sánchez hijo de puta”. El acto fue organizado por los criptochantas locales, que lo siguen rodeando.